Mientras la vida pasa...
Así es, mientras la vida pasa tú te
empeñas en dejar puertas abiertas, culpas y complejos que no existen
hoy, pero la vida sigue pasando.
Y no los solucionas sino que sigues
andando como un zombie haciendo todo lo que ayer no te hacía feliz y
quejándote de lo que hoy estás haciendo que era igual que ayer.
La vida, mientras tanto, te va diciendo
que no..., que por aquí no tienes que ir. Te lo dice en una cara, en
un gesto, en una crítica, en un error que vuelves a cometer una y
otra vez sin saber porqué o , aun sabiéndolo, sigues haciéndolo. Y
la vida sigue pasando y tu sigues creyendo que el tiempo te dará la
solución a lo que hoy no estás cambiando.
Sigues pensando que lo que tenemos es
lo único que existe, que no hay oportunidad para cambiarlo todo.
Quizá lo que estás haciendo es mostrar el miedo que tienes a
caerte, a sufrir, a equivocarte cuando ya lo estás haciendo sino
cambias. Es más fácil sufrir con lo que tenemos que mirar a la vida
con valentía.
Somos todos cobardes en el amor, en el
trabajo, en la amistad, hasta con nosotros. Por no tener la valentía
de vivir seguimos anclados en moratones y heridas que nosotros mismos
hemos dejado que nos hicieran.
Deja de vivir una historia que no te
pertenece, que nunca has sido feliz en ella. Se valiente por una vez,
no tires la toalla como si la vida no tuviera más oportunidad.
Siempre saltar al vacío es difícil,
todos tenemos cuerdas que nos atan al pasado, pero no ves... que no
eres feliz.
Salta, cambia, vive, no dejes que la
vida te vaya marcando un ritmo que no te pertenece.
Pero siempre hay excusas para no
avanzar: la familia, el dinero, los hijos...
Y mientras tanto pasa la vida y pierdes
cosas, pierdes personas, pierdes amores. Y te resignas a saber que tú
podías haber hecho algo para cambiarlo todo y no lo hiciste.
Vivirás toda la vida sabiendo que todo
podía haber sido diferente y no lo hiciste realidad, y luego no
grites que la vida es injusta, porque el injusto has sido tú no
viviéndola.
Acepta lo que no puedas cambiar y
cambia aquello que no te hace feliz, que no hay oportunidades, que la
vida no se encarga de quitarte las cosas que te hacen daño, que solo
te acumula los problemas, que las personas no cambian.
La pasión que sentiste no la volverás
a sentir, el amor que viviste no lo volverás a vivir porque la vida
pasa y tu seguirás creyendo que algún día se solucionarán las
cosas, que habrá un golpe de suerte.
Deja de ver la vida pasar, cree en ti,
en tus posibilidades, no saltes al vacío sin paracaídas, porque todos
tenemos herramientas para seguir, la vida no te golpea más fuerte de
lo que puedas soportar, eres tú el que dejas de golpearle a la vida,
de mostrarle coraje.
Al final de tus días mirarás atrás y
pensarás... -Por qué no lo hice...- y es que solo tenemos billete
de ida.
No creas que pensar así te hace ser un
alma inconsciente. Solo es difícil porque tienes que vencer tus
miedos, tus prejuicios, tus complejos. Más allá está la libertad de
equivocarte y entender que no somos lo que tenemos sino lo somos, seres imperfectos que tienen la obligación de cometer errores.
No dejes que la vida pase sin haber
saltado al menos una vez.